
El ingeniero de búsquedas de la compañía, Matt Cutts ha subido a YouTube un vídeo en el que explica los dos tipos de sanciones que hay asociadas a cada una de las infracciones que se pueden cometer cuando se busca posicionamiento orgánico. Todo a raíz del descubrimiento de que también las grandes páginas incumplen las normas, como demostró The New York Times recientemente al desenmascarar a la tienda estadounidense JCPenny, que fue castigada con unas 70 posiciones por página.
Cutts explica la diferencia entre las penalizaciones manuales y las que realiza el algoritmo de forma automática, todas relacionadas con la guía de calidad de la compañía, que recoge las buenas y las malas prácticas en posicionamiento, explicadas con bastante detalle. Algo que no le ocurrirá a quien siga nuestros consejos de un experto en SEO.
Penalización manual
Las penalizaciones manuales se dan cuando Google recibe informes y notificaciones de que una página hace spam, tiene pornografía escondida, texto oculto, sitios espejo, etc. Tras un estudio de la situación, el departamento responsable puede tomar la determinación de penalizar una web, que es automáticamente expulsada de los resultados de búsqueda. Esta sanción se produce por un periodo de tiempo determinado, que varía en función de la gravedad de la acción y del historial de la web. Sin embargo, siempre caduca y además puede ser revocada si se demuestra que no se incumplieron los términos.
El ingeniero asegura que todos esas denuncias y quejan dan unos resultados de calidad sobre las técnicas que emplean los tramposos, que después resultan muy útiles para seguir mejorando el algoritmo de búsquedas.
Penalización por algoritmo
Las penalizaciones del algoritmo se producen de forma automática cuando se incumplen otro tipo de normas relacionadas con el código como las palabras clave. En ese caso el resultado es un descenso en la posición de cada una de las páginasen las búsquedas hasta que el error es subsanado. Una vez cambiado el código, con la próxima lectura y reindexación de Google, las páginas volverán a la posición que merzcan.
Al contrario que en la primera situación, cuando una web es penalizada por el algoritmo automáticamente no hay forma de reclamar de forma personal, por lo que la única solución es corregir las partes del código que Google ha considerado Black Hat. Lleva menos tiempo y presupuesto que una campaña de marketing en redes sociales.