Las importancia que ya están empezando a adquirir estos servicios sociales en las estrategias de comunicación online y en el marketing relacional de las marcas, abriendo vías alternativas al posicionamiento en buscadores, principalmente en Google. Tanto al pagado (SEM), como al natural (SEO).Curiosamente hoy nos ha llegado una noticia que viene a refrendar esa idea. Y es que parece ser que Facebook se ha puesto el traje de la WIPO (World Intellectual Property Organization), encargada entre otras cosas de mediar y decidir en los conflictos relacionados con la propiedad de los dominios en internet, y ha desposeído a algunos usuarios de ciertas páginas de fans en la red social ante la reclamación de instituciones que denunciaban sentirse afectadas, teóricamente por motivos relacionados con usurpación de identidad. Instituciones que ya tenían abiertas sus correspondientes páginas de fans en Facebook, aunque curiosamente con menor número de seguidores.
Mucho me temo que no se va a tratar de casos aislados. Más bien diría que van a producirse cada vez con mayor frecuencia. Y la razón es justamente la que alegábamos en el post que mencionábamos anteriormente, y no es otra que las empresas están empezando a darse cuenta de que su posicionamiento en Facebook va a resultar capital en sus estrategias futuras. Todo parece indicar que la guerra encarnizada que existe actualmente entre las empresas por obtener una presencia más relevante que sus competidores en Google, no tardará mucho en trasladarse a Facebook.
Ahora bien, convendría hacer unas cuantas matizaciones al respecto:
* No estamos hablando del mismo concepto de posicionamiento al que estamos acostumbrados. El posicionamiento en Facebook no estará centrado en los resultados de las búsquedas efectuadas en la red social (a pesar de que estas siguen creciendo), sino estará totalmente enfocado a los usuarios. Será un posicionamiento social. Las empresas van a tener que luchar por construir comunidades de usuarios sólidas en torno a sus marcas.
* Aquellas empresas que entiendan mejor las nuevas reglas del juego serán las que se sitúen en una mejor posición a la hora de aprovechar las posibilidades que ofrece Facebook; que no son pocas. Las reglas son simples y podrían resumirse en una: aportar valor al usuario. Y por valor entiéndase cualquier cosa que le produzca satisfacción, desde beneficios económicos a contenido atractivo, pasando por el simple placer que para muchos supone la posibilidad de interactuar directamente con las marcas, sea cual sea el motivo de esa conversación. La página de Facebook de una marca no debe limitarse a ser, como sucede con cierta normalidad, el tablón de anuncios de la empresa.
* Si las empresas, organizaciones o instituciones se empeñan en centrar sus esfuerzos exclusivamente en acumular más y más fans, y además se obcecan en emprender cruzadas sin sentido contra usuarios (probablemente fans suyos) que han creado páginas alternativas en la red social que giran justamente en torno a sus marcas, estarán demostrando que no han entendido las reglas del juego. ¿Por qué les molesta que los usuarios hablen de ellas? Deberían hacer justamente lo contrario, fomentar esas iniciativas personales. De hecho me temo que dentro de muy poco tiempo estarán dispuestas a pagar por ello. Pero primero tendrán que aprender a valorar ese buzz que se genera en Facebook, y entender que en lugar de tratar de controlarlo deberían proponerse aprovecharlo en beneficio propio. Pero claro, lo primero es clarificar y establecer correctamente sus objetivos.
* Por otra parte, no podemos olvidarnos de la postura de Facebook. Sería conveniente para todos (Facebook, empresas y usuarios) que la red social estableciera de forma totalmente transparente sus criterios a la hora de cerrar páginas de fans, a la hora de capar esas iniciativas de sus usuarios. ¿Apropiación indebida de propiedad intelectual, o por contra vulneración del derecho a la libre expresión y libre asociación? He ahí el dilema. Pero no es algo que Facebook se pueda tomar a la torera, pues va a marcar jurisprudencia.
La conclusión que en el fondo se puede extraer de todo esto es que cada día que pasa las empresas prestan más atención a todo lo que se cuece en Facebook, y por extensión, en todas las redes sociales. Fenómeno que en un principio se tomaron medio en broma, más tarde como hobbie, y que casualmente puede acabar convirtiéndose en pilar básico de sus estrategias empresariales.
El posicionamiento SEO dentro de poco tendrá un hermanito, aunque eso sí, un poquito más FEO: Facebook Engine Optimization (cada uno que lo bautice con el nombre que prefiera). Esperemos que al hermano mayor no entren celos. Ahora sí, va a tener que compartir la herencia.