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De cara al cliente, se trata de proporcionar al usuario una interfaz de confianza evitando que no entienda donde está, pese a estar en Twitter, al emplear aplicaciones de terceras empresas. Vamos, que quieren ayudar a todos a saber que están en Twitter. Para los desarrolladores, que son gran parte del éxito de esta red de microblogs, es una patada en el culo, literalmente.
El campo es mío, éstas son mis reglas
Algo que no debemos olvidar nunca es que Twitter, como propietario de la red, es amo y señor de ésta -como cada uno en su blog, como Google con su algoritmo, como Facebook con sus páginas- y puede hacer y deshacer a su antojo. El riesgo de perder a toda su comunidad de usuarios lo debe medir bien, ya que perder a la comunidad de desarrolladores no parece importarle demasiado. Si un día dejas de poder utilizar Tweetdeck o Hootsuite, ya sabes a qué es debido, y seguramente deberás pagar por usar todas estas aplicaciones o emplear las oficiales, pero primero dejarán que te crees el hábito de usarlas.
Realmente tienen gran parte de razón, porque el campo de juego es suyo y últimamente muchos entran a jugar sin pedir permiso, así que tienen toda la potestad para poner orden, su orden, claro.
¿Por qué así y por qué ahora?
Un motivo es porque muchas aplicaciones ganan dinero y Twitter no ve nada por ello. Pero otros factores importantes son que hay aplicaciones que abusan de la red de Twitter, por desgracia para el SEO. Pervierten la propia red de Twitter y crean malestar entre los usuarios.
En el posicionamiento en buscadores muchos usuarios hacen lo que sea necesario para conseguir visitas. Como el 92% de usuarios utilizan los buscadores, ésa es la principal fuente para captar tráfico a un sitio web, aunque se deban saltar las normas de Google, Bing o Yahoo!. Uno de los trucos es hacer pasar tráfico de redes sociales como tráfico de buscadores, etiquetando los enlaces al sitio web y empleando un acortador de URLs, que oculta estas etiquetas en un primer clic.
Luego es tan sencillo como emplear una de las muchas aplicaciones para hacer SPAM en Twitter (a mí me encanta TweetAtacks), generar cientos o miles de mensajes automáticos, crear usuarios a porrillo y enviar un mensaje con la dirección acortada. Es normal conseguir de un 10 a un 20% de clics sobre los mensajes enviados, por lo que si envías 10.000 tuits, obtienes unas 1.000-2.000 visitas, las asignas al tráfico de buscadores y ya tienes una campaña SEO de éxito.
Por supuesto, también se emplea para asignar las visitas a otras fuentes (campañas de Social Media, banners, etc.), pero donde he visto actividad ha sido en el sector SEO (que es lo que más conozco). Ahora veremos cuánto tarda Twitter en bloquear el uso de estas aplicaciones, si es que puede. ¿Se romperá la baraja de tanto jugar con ella?