Estudio, trabajo, problemas familiares o económicos, todo incide a la hora de mantener un sitio online y mucho más si tenemos en cuenta que un blog necesita de mucha atención, más allá de que se pueda esquivar un poco poniendo redactores a escribir.
Cuando, por alguna de estas razones, es imposible darle la atención debida a un proyecto o sentimos que es hora de cambiar de rumbo, el ciclo está terminado y lo mejor es no forzarlo. Si es necesario podemos dejarlo semanas colgado, recuperando esa inspiración que nos falta, aunque en muchos otros casos terminamos renovando nuestra agenda.
Via: intertextual